Con seguridad, habrás escuchado alguna vez el famoso refrán “si el agua estropea los caminos, ¿qué será de los intestinos?“, pues en una construcción pasa lo mismo.
Y es que, tanto las humedades como las filtraciones de agua son patologías muy serias que afectan a un edificio, y no solo desde el punto de vista estético, también desde el estructural.
Por ello, la impermeabilización de fachadas es un método que evita todo esto y, además, protege el interior de las viviendas. ¿Quieres saber cuánto cuesta esta mejora? Vamos a verlo en detalle.
¿Cuánto cuesta impermeabilizar una fachada?
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Qué es la impermeabilización de fachadas
Seguro que sabrás que la fachada de un edificio es una de sus partes que más expuesta está a efectos climatológicos externos como nieve, viento, sol, lluvia, etc. Todo esto puede producir un deterioro importante si no se la dota de ningún tipo de protección. Pero el agente más agresivo de todos ellos es el agua, ya que es capaz de producir relevantes daños, además de causar importantes desperfectos estéticos.
La impermeabilización de fachadas es el uso de productos específicos en sus muros frontales que preservan al edificio de los años por agua y lo aíslan ante sus efectos. Es la mejor forma de garantizar que su estructura se mantenga protegida ante las filtraciones y las humedades.
Impermeabilizar una fachada implica repararla con un producto adecuado para ello y realizar un posterior saneo de la zona. De esta manera, no solo se mejorarán las condiciones estéticas del edificio, sino que además se evitará que el agua pueda filtrarse al interior de sus viviendas.
En esencia consiste en la limpieza, saneo y aplicación de productos impermeabilizantes en función del tipo de revestimiento que haya en la fachada. Pueden emplearse los siguientes sistemas para ello:
- Materiales hidrófugos: Perfectos para soportes porosos como el ladrillo, la piedra o el mortero. Penetran en su interior y crean una barrera impermeabilizante a base de siliconas.
- Pinturas a la cal: Impermeabilizan la fachada conservando su aspecto tradicional.
- Productos mineralizantes: Una vez aplicados, forman una barrera impermeabilizante gracias a la reacción química producida por la cristalización de los minerales del soporte.
- Recubrimientos impermeabilizantes: Tratamiento a base de poliuretanos y polímeros capaces de originar una película superficial que aísla la fachada, volviéndola elástica e impermeable.
- Pinturas vinílicas y acrílicas: Son resinas sintéticas que impermeabilizan muy eficazmente ante la climatología.
- Sistemas elásticos: Se usan con diferentes sistemas de armado y producen una membrana elástica e impermeable.
Por qué es importante impermeabilizar una fachada
En este punto, ya debes tener bastante claro que la impermeabilización de fachadas se realiza para proteger al edificio de los efectos que el agua puede causar en él, pero ¿cuáles son sus beneficios? Estos son los más importantes que aporta:
- Evitar infiltraciones: Estas producen humedades y condensaciones, que en mucho de los casos, favorecen la formación de moho. Este, además de ser antiestético es muy peligroso, ya que afecta directamente a la salud de las personas, por lo que la impermeabilización contribuye a tener un espacio interior más saludable.
- Reduce futuros gastos: Este tipo de obras deben ser consideradas como inversión, ya que evitar que aparezcan problemas por humedades significará no tener que realizar costosas reparaciones en un futuro no muy próximo.
- Evita accidentes: Ya sabes que agua y electricidad no son una buena combinación. Una de las consecuencias más habituales de los cortocircuitos en una vivienda es la infiltración del agua, aparte de los posibles desprendimientos que puede haber en el revestimiento de la fachada a causa de la acción devastadora que tiene en su estructura.
- Protección de los cimientos: La humedad puede producir graves deterioros en la estructura de un edificio, es capaz de corroer vigas de acero y paredes de ladrillos y cemento.
- Mejora el aislamiento térmico: El producto de impermeabilizante para paredes no solo protege de la humedad, sino que mejora el aislamiento térmico del edificio contribuyendo a su mejora en la eficiencia energética.
Cómo se lleva a cabo la impermeabilización
Esta es una técnica que depende del material existente y del momento en que se acometa. De forma general, puede resumirse en el siguiente proceso:
- Antes de aplicar el impermeabilizante para paredes, hay que reparar las posibles grietas que haya para evitar futuras infiltraciones. Además, es conveniente sanear y preparar la fachada, como eliminar los desconchados, para conseguir una buena adherencia del producto que se vaya a emplear.
- Si se ha detectado la presencia de moho en la fachada, hay que eliminarlo lavando bien toda la superficie afectada antes de proceder al tratamiento de impermeabilización.
- Se aplica una primera imprimación que mejore la adherencia y absorción de la superficie a tratar.
- Por último, se aplica el producto impermeabilizante en el exterior de la fachada.
Como habrás podido comprobar, la impermeabilización de fachadas es una técnica esencial para mantener una buena imagen y conservación en un edificio. Sus beneficios son numerosos y, además, favorece la buena salud y confort de las personas que viven en el interior de sus viviendas. Por cierto, ¿te has fijado si la tuya ya lo está?