En ocasiones es interesante hacer un cambio al sistema de una puerta. Ya sea por simple estética o por necesidad, convertir una puerta abatible en corredera es un proyecto que podemos hacer en casa.
Para el cambio es necesario algunas herramientas, pero el proceso se puede llevar a cabo en cualquier vivienda. Vamos a repasar las diferentes opciones y ver paso a paso cómo hacer la conversión.
Ventajas de cambiar una puerta abatible por una corredera
Hacer este cambio supone una serie de ventajas muy interesantes. Vamos a repasarlas.
- Ganas espacio: una puerta corredera no necesita interferir en el espacio de la estancia. El sistema es perfecto para poder abrir o cerrar la puerta sin toparse con ningún mueble.
- Mejora de la decoración: las puertas abatibles son las que siempre se utilizan en las viviendas, por lo que un cambio a puerta corredera supondrá una mejora en la decoración del hogar.
- Gran utilidad en puertas dobles: cuando el acceso a una sala es mediante una puerta doble, ésta mejorará al cambiarla por abatibles. El sistema y la decoración son más interesantes.
- Posibilidad de mantener la puerta abierta de forma constante: olvídate de los portazos por las corrientes de aire. Con las puertas correderas es muy cómodo dejar el acceso libre sin las complicaciones que suponen las puertas abatibles.
- Opción de reutilizar la puerta: un aspecto muy interesante es que no necesitas comprar una puerta nueva. Puedes reutilizar la puerta abatible, por lo que el gasto es mínimo.
Tipos de puertas correderas
Existen diferentes tipos de puertas correderas. Cada una tiene sus peculiaridades, por lo que conviene conocer cada una de ellas.
- Puertas encastrables: cuando se desliza la puerta corredera ésta queda en el interior de la pared.
- Puertas exteriores con guía: la puerta se encontrará colgando de una guía que se coloca en la parte superior de la pared. Al desplazarse quedará a la vista al lado del hueco.
- Puertas plegables: es una versión algo diferente, ya que la puerta se pliega sobre sí misma. En este caso no se puede reciclar la puerta antigua, ya que se necesita un diseño especial.
La ventaja de la puerta encastrable es que se puede utilizar la misma puerta que se tenía antes. El tamaño del hueco quedará perfectamente tapado. Además, proporciona mejores resultados en cuanto al aislamiento acústico.
Por otro lado, la puerta exterior con guía necesita una pequeña modificación del marco para tapar los posibles huecos que queden. Al ir por el exterior es más fácil que quede alguna rendija. La mayor ventaja de este sistema es que es más fácil y rápido de implementar.
Pasos para cambiar la puerta normal por otra corredera
Vamos a repasar el proceso para cambiar la puerta normal. La nueva puerta que vamos a colocar va a ser el modelo exterior con guía, ya que es el más sencillo de realizar. También se las conoce como puertas de granero.
1. Retira la puerta y el marco
En primer lugar deberás retirar la puerta y el marco al completo. Puesto que necesitamos un hueco más pequeño para poder reutilizar la puerta vamos a tener que rellenarlo.
Para ello deberás utilizar las tapetas. Lo bueno de esto es que podrás sujetarlas simplemente con un adhesivo. Sobre este elemento no vamos a colocar nada de peso, será un acabado visual.
2. Prepara la puerta
Hay que transformar la puerta abatible en corredera. Para ello lo primero será retirar todos los elementos que no hacen falta: bisagras, cerraduras, pomos…
Quita todas las piezas y rellena los huecos con alguna masa o una mezcla de cola blanca y serrín. Una vez hecho esto deberás lijar toda la superficie y aplicarle unas capas de pintura y barniz.
Ya tienes la puerta de madera: ahora hay que hacerla funcional. Primero deberás buscar un manillar para poder desplazar la puerta y colocarlo a la misma altura a la que estaba el antiguo.
Para hacerla deslizable tendrás que instalar un kit de puerta corredera. En ellos vienen dos sujeciones con rodamientos para colgar la puerta de la barra. Tendrás que atornillarlas en la parte superior de la puerta. Cuando lo tengas podrás pasar al último punto.
3. Coloca la barra en la pared
Elige de qué lado quieres que quede la puerta e instala la barra sobre el hueco. Necesitarás una barra el doble de larga que el ancho de la puerta para que pueda quedar totalmente sobre el hueco o totalmente desplazada.
Fija la barra a la altura exacta para que la puerta no roce con el suelo. Tendrás que prestar mucha atención al nivelado, ya que si queda inclinada la puerta se desplazará por su propio peso.
Cuando lo tengas ya podrás colgar la puerta corredera.
Como ves es un proyecto que te llevará algo de tiempo pero no tiene muchas complicaciones. El resultado es muy interesante, ya que darás un aspecto diferente a tu hogar.