¿Estás pensando en decorar tu salón? Estos útiles consejos te ayudarán a convertir el salón de tu casa en un oasis de estilo y descanso.
Cuando vamos a decorar nuestro hogar en ocasiones nos paralizamos ante tantas opciones disponibles, por eso conviene tener unas cuantas pautas que seguir.
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Ahora sí, vamos con los consejos.
1. Deja que tus muebles respiren
Deja espacio entre los muebles, de forma que puedas moverte cómodamente entre ellos (si puedes, trata de separar un poco el sofá de la pared y verás como cambia).
Además, piénsalo. ¿Te sigue haciendo falta la Enciclopedia Salvat? ¿O ese revistero atestado de suplementos dominicales que hace siglos que no lees? Es hora de deshacerse de todo aquello que llevas años fingiendo que no existe y que solo supone un obstáculo.
Existen trucos que sirven para dar impresión de ligereza a piezas pesadas. Los muebles de patas delgadas y las estanterías flotantes consiguen este efecto porque liberan el espacio alrededor de los pies y dejan ver el suelo.
Llenar las superficies de objetos decorativos tampoco es buena idea, ya que da sensación de abarrotamiento. Unas pocas piezas bien seleccionadas pueden vestir una estantería con elegancia.
2. Escoge una paleta armoniosa
Después de librarnos de todo aquello que no nos brinda felicidad, como dicta el método KonMari, es hora de lavarle la cara a lo demás. Apuesta por colores claros para muebles y paredes, que agrandan el espacio y reflejan la luz.
Inspírate en la vista que te ofrecen tus ventanas para elegir el resto de colores: si vives en la ciudad verás superficies reflejantes, grises, azules plomo y metalizados. En los barrios de ladrillo introduciremos colores cálidos como siena o terracota, incorporando toques de verde y tonalidades de gris. Este juego de texturas y colores ayuda a mimetizar el interior con el exterior, abriendo el espacio.
Puedes añadir atrevidos colores de realce en detalles como cojines, portavelas, mesitas auxiliares, etc. Existe una regla que puedes seguir a la hora de decidir la proporción en la que tus colores aparecerán: 60/30/10. 60 para los colores claros, 30 para los medios tonos y 10 para los oscuros o llamativos.
3. Recicla o rebota
Mirar por el planeta a la hora de renovar el salón nunca estorba. Y si no contamos con un gran presupuesto, la pintura y los vinilos pueden ser nuestros aliados a la hora de darle a nuestros viejos muebles una segunda vida.
Para los oscuros y aparatosos, pero de maderas nobles, como aquellos de los 80, podemos lijarlos a conciencia y pintarlos en tonos más agraciados, así no pierden valor y siguen presentes en nuestra vida. Si sustituimos los paneles de las puertas por rejillas de mimbre o ratán obtendremos un resultado de lo más chic y ligero.
Si por el contrario tenemos muebles baratos, podemos darles un nuevo aire con vinilos adhesivos de imitación madera; intercalando los colores y colocándolos en espiga parecerá que tenemos una pieza de diseño.
4. Abre el salón al exterior
Hemos hablado de cómo incorporar elementos del exterior a nuestro salón puede aportarle armonía y sensación de continuidad, pero ¿y si hiciéramos que el exterior formara parte de nuestro salón?
Podemos conseguir esto despejando la zona de acceso a ventanas y balcones, dejándola libre para que la vista pueda perderse más allá.
Si tienes terraza o jardín lo ideal es amueblarla utilizando una paleta similar a la del salón, y colocar elementos de unión, como pueden ser maceteros con plantas que recuerden a las que tenemos fuera.
5. Almacenamiento inteligente
En casi todas las casas echamos de menos algún armario extra, pero tranquilidad, que modernizar el salón no está reñido con preservar nuestro precioso espacio de almacenaje. Solo hay que amueblar con ingenio.
Por ejemplo, utilizando otomanas con tapa para guardar mantas, que a su vez sirven de mesa de centro o asiento extra. Una estantería colocada en horizontal ofrece el mismo espacio de almacenaje que en vertical, y sin resultar un estorbo, y espacios que parecen inútiles (vanos, retranqueos, hornacinas…) se convierten en funcionales colocando baldas a medida.
6. La luz como aliada
La atmósfera del salón ha de ser acogedora e indulgente. Vamos, de sofá, manta y peli (lloramos un poquito cuando vemos un salón iluminado como una morgue).
Para conseguir este efecto lo mejor es colocar una lámpara de pie con un brazo dirigible y un par de luces auxiliares con regulador de intensidad. Con apliques de pared instalados a ambos lados de un sofá obtendremos un detalle simétrico para equilibrar un espacio por lo demás muy “de estar por casa”.
La luz natural es de agradecer, por lo que colocando estores tendremos tanta (o tan poca) como deseemos.
7. Incorpora elementos naturales
Las plantas nos hacen un gran favor, ya que revitalizan cualquier espacio y nos hacen una insospechada compañía. Colócalas en modernos maceteros, sobre un taburete o colgando del techo, y tendrás un boost de estilo instantáneo.
Otros elementos que proporcionan carácter pueden ser tiradores de cuero o piedra natural, o superficies de madera desnuda en tonos tostados que añaden calidez y un agradable puntito alpino.
Fibras como el algodón, el sisal, o el lino, aportan ese toque hogareño y confortable que tanto necesitamos al llegar a casa.
Sobre todo recuerda que tu salón es tu refugio, y más en estos aberrantes tiempos pandémicos. De modo que déjate llevar y decóralo tal y como te resulte más inspirador, y te prometemos que el resultado será lo que estás buscando.