Calentar nuestra vivienda supone uno de los gastos más elevados del hogar en términos generales.
A pesar de que solo lo necesitamos durante los meses de invierno, el gasto económico que esto conlleva es alto, por lo que conviene saber bien los tipos de calefacción que hay.
En este post vamos a analizar todo lo relacionado con la calefacción eléctrica, tanto sus tipos como las características de cada uno.
En qué consiste la calefacción eléctrica
Podemos caer en el error de pensar que la calefacción eléctrica son únicamente los radiadores eléctricos, pero lo cierto es que hay varios sistemas eléctricos para calentar la vivienda.
Llamamos calefacción eléctrica a cualquier sistema que genere calor utilizando la electricidad como fuente de energía.
Normalmente serán sistema con una resistencia eléctrica, pero veremos alguna variedad más.
Tipos de calefacción eléctrica
Vamos a analizar ahora los diferentes sistemas que nos podemos encontrar.
1. Radiadores eléctricos
Es la calefacción eléctrica más “clásica”. Consiste en un elemento con forma de radiador en cuyo interior hay una resistencia eléctrica que se calienta al encenderse.
En función del elemento que tenga en su interior estaremos hablando de un tipo u otro de radiador eléctrico.
1.1. Radiadores de aceite
Los radiadores de aceite son los que presentan en su interior un fluido caloportador encargado de distribuir el calor por toda la superficie y disiparlo de forma uniforme y moderada.
En otras palabras, al encender el radiador notarás cómo se calienta poco a poco, y una vez lo apagues podrás comprobar que mantiene la temperatura durante un rato.
Suelen incorporar ruedas para colocarse en cualquier lugar de la casa y poder moverlo con facilidad.
1.2. Radiadores de aire
Pueden parecer similares a los anteriores pero hay importantes diferencias. En lugar de tener un líquido en su interior se encuentran vacíos.
El calor generado por la resistencia eléctrica se disipará directamente al aire. Esto tiene consecuencias a la hora de calentar: cuando lo enciendes elevará la temperatura de la estancia rápidamente, pero una vez lo apagues se enfriará enseguida.
En estos casos en lugar de ruedas traerá patas o vendrá adaptado para colocarse en la pared. Además incorporan sistemas de programación para decidir las horas a las que quieres encenderlo.
1.3. Radiadores cerámicos
En tercer lugar también existen lo que se llaman radiadores cerámicos. Éstos emisores térmicos tienen en su interior un panel cerámico que lo que hace es coger temperatura al encenderse.
En este tipo de radiador entra en juego lo que se llama inercia térmica. Tendrá una alta inercia, provocando que al encenderse tarde bastante en calentarse, pero cuando lo apagues pasará mucho tiempo emitiendo calor.
Es una forma de calentar la vivienda mucho más suave, sin cambios bruscos de temperatura.
Podemos resumir los radiadores eléctricos como en elemento con una resistencia eléctrica y otro material que provocará que el calor se disipe de forma más o menos gradual.
2. Calefactores, halógenos y braseros
He agrupado estos 3 sistemas de calefacción eléctrica porque comparten una misma característica: son elementos de tamaño pequeño.
Vamos a ver cada uno de ellos más a fondo.
2.1. Calefactores
Los calefactores son pequeños elementos que disponen de una resistencia eléctrica y un ventilador.
La resistencia es la encargada de generar el calor, pero el ventilador hará que este calor se distribuya por toda la estancia. Gracias a esto son capaces de calentar en poco tiempo.
Pero tienen un gran problema, al igual que calientan rápido también se notará que la estancia se enfría rápido al apagarlo.
Podrán ser calefactores portátiles, de pie o de pared.
2.2. Braseros
Un brasero es muy similar al calefactor pero está diseñado para colocarse debajo de las mesas camilla.
Su uso es muy específico. Aunque se pueden colocar en cualquier lugar de la casa están pensados para colocarse debajo de la mesa en la que vayas a comer o a trabajar.
Es de los sistemas menos seguros, ya que si se cubre con una manta o un mantel resultará peligroso.
2.3. Halógenos
Los radiadores halógenos tienen una diferencia importante con los otros dos tipos: calientan principalmente por radiación.
Esto quiere decir que únicamente calentarán los elementos que tengan línea visual con el radiador. Al tratarse de un sistema de infrarrojos no calienta el aire, sino los elementos que están expuestos a él.
Su uso es ideal para estancias pequeñas como el baño, donde podrán calentar directamente el piel.
3. Bomba de calor
Llegamos a un sistema de calefacción eléctrico completamente diferente a los vistos hasta ahora. Se trata de la bomba de calor, que podríamos resumir como un aire acondicionado con función de calor.
Su funcionamiento es más complejo que el de los radiadores. Utiliza la temperatura del aire exterior para extraer la energía. Lo que hace es extraer ese calor y, mediante un compresor, elevar la temperatura para aportar calor a la vivienda.
Para ello utiliza un gas que al aumentar la presión aumenta de temperatura.
Es el sistema más eficiente. Puede parecer que no va a funcionar el pleno invierno, pero es capaz de generar calor hasta en días muy fríos.
4. Caldera eléctrica
No es común ver este tipo de calderas en España, pero existen. No es más que un elemento que calienta el agua de un circuito utilizando resistencias eléctricas.
Sirve tanto para calefacción como para la obtención de agua caliente sanitaria. Tienen un aspecto muy parecido a las de gas pero funcionan 100 % con energía eléctrica.
5. Suelo radiante eléctrico
Otro sistema que tiene su versión eléctrica es el suelo radiante. Cuando hablamos de suelo radiante eléctrico nos referimos a un sistema de resistencias eléctricas que se coloca por todo el suelo de la vivienda.
Lo que se obtiene es un calor muy homogéneo y confortable. Aporta un calor muy bien distribuido y facilita la convección natural que lleva al aire caliente a ascender.
Calefacción eléctrica vs calefacción de gas
Para que te hagas una idea general de las diferencias entre los diferentes sistemas de calefacción vamos a analizar los sitemas eléctricos basados en resistencias eléctricas, las bombas de calor y los sistemas de calefacción de gas.
Calefacción eléctrica | Bomba de calor | Calefacción de gas | |
---|---|---|---|
Precio del combustible | Alto | Alto | Bajo |
Necesita suministros de gas natural | No | No | Sí |
Necesita salida de gases | No | No | Sí |
Rendimiento aproximado | 100 % | 300 % | 100 % |
Consumo eléctrico | Alto | Medio | Nulo |
Calefacción eléctrica bajo consumo
Puesto que la calefacción eléctrica tiene un consumo eléctrico elevado es normal que las facturas de luz se disparen. Por eso no es raro buscar un sistema de calefacción de bajo consumo.
Voy a ser claro en este punto: los sistemas de calefacción eléctrica basados en resistencias eléctricas no pueden ser de bajo consumo. El funcionamiento es siempre el mismo, por lo que el consumo no variará de una marca o modelo a otro.
Podrá tener mayor o menor inercia térmica (enfriamiento más o menos rápio) pero el consumo es siempre el mismo.
Si buscas un sistema de bajo consumo deberás elegir la bomba de calor. Su funcionamiento es muy más eficiente, por lo que el consumo eléctrico será menor.